sábado, 23 de mayo de 2009

Introducción 1 Corintios (Fernando H. 19/01/2009)

Acercamiento a las cartas. “San Pablo nos habla hoy” de Mons. Raúl Berzosa
Constitución Dei Verbum de C. Vaticano II: “La Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió”.
1. Situación de la Iglesia: Corinto era célebre como centro comercial, deportivo y cultural (casi medio millón de personas), y como lugar donde se daban cita toda clase de cultos religiosos: divinidades griegas, romanas y orientales. En particular se había hecho famoso el templo de Afrodita, la diosa del amor, en cuyo recinto se ejercía sin cortapisa alguna la prostitución sagrada. Todo esto había convertido a Corinto en una ciudad de vida alegre y desenfrenada, propensa a todo tipo de excesos, en particular los sexuales. Esto perturbaba a joven comunidad cristiana, que de ninguna manera se quería dar a estos excesos deshonestos. Es la primera comunidad en la que el cristianismo choca con la cultura griega: choque de la lógica griega con la “lógica” cristiana. Ninguna comunidad causó a Pablo tantos quebraderos de cabeza como la de Corinto. En estas cartas se refleja la fisionomía de la primera comunidad cristiana: dificultades, tensiones, discordias, celos, envidias, rivalidades, problemas, pecados, etc. Pero también el gozo del Espíritu, la efusión de los carismas, la íntima satisfacción del amor cristiano que supera todas las barreras sociales y económicas.

2. Esquema de la carta: No hay un esquema concreto, pero se puede adelantar lo siguiente:
o Saludo y acción de gracias (1 Cor 1,1-19).
o Divisiones en la comunidad (1 Cor 1,10-4,21)
o Desórdenes en la comunidad (1 Cor 5,1-6,20)
o Problemas concretos (1 Cor 7-11): celibato, virginidad, matrimonio.
o Problemas en las asambleas litúrgicas (1 Cor 11-14).
o La resurrección de los muertos (1 Cor 15).
o Conclusión (1 Cor 16).

3. Contenido teológico-espiritual
o Ante la división creada, Pablo proclama la auténtica sabiduría: la de Dios, manifestada en el misterio de la cruz de Jesucristo.
o Ante los desórdenes sexuales, Pablo recuerda que el cristiano bautizado es una criatura nueva y templo de Dios. Propone los valores del celibato y del matrimonio como dos caminos que Dios nos ofrece para llegar a la santidad. Pablo ensalza el valor del celibato y la virginidad.
o Ante las demás cuestiones (carnes sacrificadas, asistencia a banquetes paganos, multiplicidad de carismas…), Pablo expone la lección de la eclesiología práctica, recordando que todos somos parte de la Iglesia y debemos buscar lo que es útil a la comunidad, movidos por el amor.
o Ante la increíble degeneración a la que habían llegado las asambleas litúrgicas en las que se celebraba la Cena del Señor, Pablo ofrece una estupenda catequesis sobre la eucaristía y cómo celebrarla y recibirla con dignidad y en estado de gracia en el alma.
o Ante la resistencia de algunos para aceptar la resurrección de los muertos, pablo ofrece una reflexión sobre escatología: la resurrección de Cristo garantiza nuestra resurrección.
Pablo resolvió los problemas recurriendo a principios evangélicos o teológicos que son válidos para todos los tiempos. Resolvió los casos sin caer en la casuística. Es decir, la vida cristiana no se halla vinculada a la brillantez de exposición, sino a Jesús, y éste crucificado. Aprendió de su paso por Atenas (que distaba 80 km.)

4. Estilo: La carta está escrita en un estado sereno y concentrado. Por eso su estilo es limpio y vigoroso. Hay variedad de tonos: sencillez, densidad, ironía, sarcasmo, explosiones de ternura o de indignación.

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