sábado, 23 de mayo de 2009

Gálatas 6, 1-10 y Lc 1, 26-38 (Mónica 15/12/2008)

En la doxología final San Pablo nos hace saber que se nos brinda la oportunidad de seguir los pasos de Jesucristo, hacer el bien como Él lo hizo y poder llevarlo a cabo obedeciendo las leyes de la fe, los diez mandamientos que Dios nos entregó para el bien de todos, y que se resumen en dos: Amarás a dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

El evangelio de hoy de San Lucas nos narra el momento en que el ángel Gabriel anuncia a la Virgen María que va a dar a luz a un hijo, a Jesús, el Hijo del Altísimo, y como ella, obediente y llena de gracia dice que sí.

Nosotros tenemos que pedir a Dios que también sepamos decir que sí como hizo María, que sepamos escuchar a Dios cuando nos habla, cuando nos guía por el camino que más nos conviene. Por eso, en los momentos difíciles, debemos acudir a la Virgen María y pedirle que nos ayude a decir que sí, como lo dijo ella, a saber obedecer los mandamientos de Dios y a no caer en la tentación. Dios es misericordioso, ya que aunque caigamos en el mal, si estamos arrepentidos y confesamos nuestros pecados, somos perdonados y llenos de gracia. Por eso es recomendable confesarse a menudo, para estar en gracia con Dios.

También en la Anunciación se nos enseña a tener esperanza y fe, como ocurrió con la prima de la Virgen, Isabel, a la cuál llamaban estéril, pero por su fe, concibió un hijo, que luego fue muy importante en la vida de Jesucristo.

Por eso, en este tiempo de adviento, de preparación al nacimiento de Jesús, nuestro Salvador, debemos pedir a la Virgen que nos ayude a prepararnos, que nos ayude a pedir perdón a Dios por todo lo que hacemos mal, que nos ayude a pedir perdón a todas las personas a las que hayamos podido ofender, y que nos ayude a decir que sí a Dios como lo dijo ella.

Ayúdanos, Dios mío, a saber decir: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” como dijo la Virgen María.

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