domingo, 17 de mayo de 2009

Gálatas 1, 1-5 (María Heredero 20/10/2008)

San Pablo, Saulo, nació en la ciudad de Tarso, en la región de Cilicia, hace dos milenios, por lo que este año celebramos el Año Santo Paulino.

Saulo pertenecía a la tribu de Benjamín pero, a pesar de su origen judío, tenía ciudadanía romana. Recibió una esmerada educación religiosa según las doctrinas fariseas lo que probablemente fue el motivo de que empezara a perseguir a los primeros cristianos, hasta su milagrosa conversión, inexplicable a los ojos de los incrédulos, acaecida aproximadamente en el año 36.

A partir de entonces se convirtió en el “Apóstol de los gentiles”, siendo el mayor propagador del cristianismo. Realizó, principalmente, tres viajes de misión: el primero por Asia Menor y Chipre; los otros, por Europa (básicamente por Macedonia y Grecia).En el año 58 San Pablo es detenido en Jerusalén y, después llevado a Roma, donde queda finalmente libre. Más tarde es vuelto a capturar y muere decapitado hacia el año 67.

En el primero de los viajes de San Pablo se plantea el cumplimiento de las leyes judías, tales como el descanso del sábado o la circuncisión, que ya cumplían los cristianos convertidos del judaísmo. La cuestión era si debía obligarse a los gentiles, cristianos de origen pagano, a cumplir con estos preceptos.

El conflicto se resolvió en el Concilio de Jerusalén (en el año 50), siendo éste el primer Concilio de la Iglesia. En él se decidió que, como defendía San Pablo, no debían imponerse las costumbres judías. Sin embargo, algunos sectores judaizantes siguieron instando a los que se convertían a que cumplieran estas normas. Ésta es la razón por la que San Pablo escribe su carta a los gálatas.

La Galacia es una antigua comarca de Asia Menor, convertida en provincia romana en el año 25 a.C. Su nombre proviene de sus habitantes, de origen galo, y su capital era Ancira (actual Ankara, capital de Turquía).

En la epístola a los gálatas, San Pablo nos dice que lo importante para salvarse no es el cumplimiento de las leyes, porque quien nos salva es Cristo. Es Él el que nos ha liberado de la esclavitud y nos ha dado la libertad. Él es el Señor del sábado. Jesús nos dice: “Estamos pendientes de tantas cosas cuando sólo una es importante”.


¿Y qué es lo importante? San Pablo nos recuerda que lo importante es el Amor, a Dios y al prójimo. Y, por supuesto, la fe, porque no podemos amar a Alguien en quien no creemos.

Pero para nosotros, ¿es esto lo importante? Porque quizá tengamos muchos sábados…

No hay comentarios:

Publicar un comentario